Primeras sensaciones en la transición al minimalismo

La metodología que voy a emplear para acometer mi transición al minimalismo será prudente y gradual, consistirá en continuar mis entrenamientos con normalidad e introducir al comienzo y al final de cada uno de ellos gradualmente un lapso de tiempo descalzo.

Normalmente hago cuatro entrenamientos semanales:

  1. Un primer entrenamiento suave de recuperación de la semana anterior, entre 40 y 50 minutos.
  2. A continuación suelo hacer un entrenamiento de intensidad por intervalos con descansos breves.
  3. Un tercer entrenamiento de 50 minutos.
  4. Finalizo la semana con un entrenamiento más largo de 90 minutos.
Esta estructura de entrenamiento, a excepción de la sesión de alta intensidad, se va a mantener como hasta ahora. De este modo en las primeras semanas los cambios que voy a introducir serán de bajo impacto y graduales. En el primer entrenamiento que he realizado he empezado corriendo un minuto descalzo, a continuación me he calzado y he desarrollado el resto de la sesión de ese modo, al final de la sesión he vuelto a descalzarme y a hacer un minuto sin las zapatillas. Durante el entrenamiento he estado atento a la técnica de carrera tratando de aumentar la cadencia y de entrar de antepie.

Este primer entrenamiento ha coincidido con la sesión de 90 minutos y este ha sido el resultado:


Este es un entrenamiento similar realizado con anterioridad al inicio del proceso de transición:


Es decir los cambios más evidentes han consistido en una disminución del ritmo de carrera en la primera sesión de transición al minimalismo y un pequeño incremento de la cadencia, por lo demás, los cambios que he introducido en mi técnica han hecho que me haya sentido un poco incomodo y que haya notado una cierta tensión en los gemelos.

Hasta la próxima.


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